La administración Trump toma un enfoque menos restrictivo hacia la inteligencia artificial, eliminando las regulaciones de seguridad y transparencia impulsadas por Biden en 2023.
En un movimiento que marca un giro significativo en la política tecnológica de Estados Unidos, el presidente Donald Trump anuló la orden ejecutiva de su predecesor, Joe Biden, que buscaba establecer un marco regulatorio para la inteligencia artificial (IA).
La decisión, anunciada el lunes, suspende de inmediato los requisitos de seguridad y transparencia para los desarrolladores de IA, dejando en el aire el futuro de la supervisión federal de esta tecnología disruptiva.
El fin de la regulación centralizada
La orden de Biden, firmada en 2023, requería que las principales empresas de IA compartieran resultados de pruebas de seguridad y otra información crítica con el gobierno federal. También impulsó la creación del Instituto de Seguridad de la IA en el Departamento de Comercio, encargado de desarrollar pautas voluntarias y mejores prácticas para el uso ético de la tecnología.
Sin embargo, Trump criticó estas medidas como excesivamente restrictivas. Durante su campaña, calificó las regulaciones de Biden como un freno para la innovación tecnológica y prometió un enfoque más «pro-mercado».
Ahora, con David Sacks, un conocido crítico de la regulación tecnológica, al frente como «zar de cripto-IA», la administración parece estar apostando por una estrategia de mínima intervención.
Impacto en la política global de IA
El cambio de rumbo en Estados Unidos llega en un momento crucial, ya que otras potencias globales, como la Unión Europea, están estableciendo normas estrictas para la IA.
En 2024, la UE aprobó la Ley de IA, considerada la regulación más completa hasta la fecha. Esta legislación prohíbe el uso de reconocimiento facial en espacios públicos y exige una supervisión estricta para aplicaciones de «alto riesgo», como la salud y la seguridad pública.
“La decisión de Trump deja a Estados Unidos en una posición incierta mientras otros países avanzan en establecer reglas claras para la IA”, señaló un analista de tecnología en CNBC.
Competencia global y seguridad nacional
Aunque la administración Trump ha descartado las regulaciones de Biden, ha mantenido la prioridad de garantizar la competitividad de Estados Unidos en la carrera global por el liderazgo en IA, particularmente frente a China.
Trump ha subrayado que la IA es una cuestión de seguridad nacional y ha prometido impulsar la producción de energía doméstica para satisfacer las demandas tecnológicas, además de atraer inversiones extranjeras en infraestructura relacionada con IA.
Durante su primer mandato, Trump emitió dos órdenes ejecutivas sobre IA que establecieron principios para su uso seguro y confiable en el gobierno, además de aumentar los fondos para investigación y desarrollo. Sin embargo, el Congreso ha luchado por avanzar en una legislación federal integral, lo que ha llevado a algunos estados a desarrollar sus propios marcos regulatorios.
La regulación fragmentada en Estados Unidos
Estados como California han liderado el camino en la regulación estatal de la IA. En los últimos años, el estado aprobó leyes que exigen mayor transparencia en los datos de entrenamiento de IA y prohíben los deepfakes en campañas políticas. Sin embargo, un proyecto de ley que buscaba imponer requisitos de seguridad más estrictos para las empresas de IA fue vetado tras una fuerte oposición de la industria.
Otros estados, como Colorado e Illinois, han promulgado leyes para proteger a las personas contra la discriminación algorítmica en contrataciones, mientras que Nueva York ahora exige que las empresas reporten pérdidas de empleo relacionadas con IA.
¿Hacia dónde va la política de IA en Estados Unidos?
La eliminación de la orden ejecutiva de Biden plantea preguntas sobre cómo Estados Unidos manejará la regulación de una tecnología que está transformando industrias enteras. Aunque el enfoque de Trump busca fomentar la innovación, también podría aumentar los riesgos asociados con la falta de supervisión.
“Estados Unidos tiene la oportunidad de liderar en IA, pero necesita equilibrar la innovación con la seguridad y la ética”, advirtió un experto en regulación tecnológica.
Con un mercado global de IA valorado en más de U$S 200.000 millones y creciendo rápidamente, el mundo estará observando cómo la administración Trump navega este complejo panorama.