El gobierno del Reino Unido avanza con planes para hacer que el acto de crear imágenes de «deepfake» sexualmente explícitas sea un delito penal específico, ampliando las reglas existentes que solo penalizaban el hecho de compartir este tipo de contenido.
Como en ningún otro país del mundo, el de las deepfakes con contenidos dirigidos a menores de edad y con contenido sexual explícito es un tema dominante en la agenda de medios del Reino Unido.
El gobierno del Primer Ministro Keir Starmer no se queda atrás y esta semana ha confirmado planes para criminalizar la creación de contenido de «deepfake» sexualmente explícito.
Un «deepfake» se refiere a medios manipulados, a menudo video o audio, creados utilizando inteligencia artificial para hacer que alguien parezca decir o hacer algo que no hizo.
El año pasado, el Reino Unido ya había convertido en delito compartir -o amenazar con compartir- contenido de deepfake sexual a través de la Ley de Seguridad en Línea. Sin embargo, la creación de este tipo de contenido en sí misma no estaba cubierta.
Ahora, el Ministerio de Justicia ha anunciado planes para hacer que las reglas existentes sean más completas, abarcando también a quienes crean este tipo de contenido, independientemente de su participación posterior en su difusión.
«Es inaceptable que una de cada tres mujeres haya sido víctima de abusos en línea», dijo el subsecretario parlamentario Alex Davies-Jones en un comunicado. «Esta forma denigrante y repugnante de machismo no debe normalizarse, y como parte de nuestro Plan de Cambio, estamos atacando la violencia contra las mujeres, sea cual sea su forma».
El gobierno también anunció planes para ampliar el alcance de las leyes existentes sobre la toma de imágenes íntimas sin consentimiento, que actualmente se limitan a situaciones muy específicas como el «upskirting» (tomar fotos debajo de la ropa).
Aún no se ha detallado un cronograma específico para estos cambios, pero se incluirán en el próximo Proyecto de Ley de Delitos y Policía, que se presentará «cuando lo permita el tiempo parlamentario».
A diferencia del Reino Unido, Estados Unidos aún no tiene leyes específicas para hacer frente a los deepfakes, aunque algunos estados, como California, están impulsando la legislación al respecto.