Las nuevas medidas buscan frenar el avance tecnológico chino en sectores estratégicos, mientras se intenta mantener un equilibrio con aliados clave.
El objetivo de la administración, basado en años de evolución de las restricciones comerciales, es frenar el desarrollo interno chino de semiconductores avanzados y sistemas de inteligencia artificial que puedan ayudar a su ejército.
EE.UU. «restringirá la capacidad de la RPC para producir tecnologías clave para su modernización militar o la represión de los derechos humanos», dijo la Oficina de Industria y Seguridad en un comunicado.
También incluyó en la lista negra a otras 140 entidades chinas acusadas de actuar en nombre de Pekín, lo que afecta a un puñado de proveedores de Huawei Technologies Co., entre ellos figuran el fabricante de equipos SiCarrier y los fabricantes de chips Qingdao Si’En, SwaySure y Shenzhen Pensun Technology Co. o PST.
Controles más estrictos pero con excepciones
El gobierno de Estados Unidos ha implementado nuevas restricciones en la venta de chips de memoria de alta velocidad y herramientas para la fabricación de semiconductores a China.
Estas medidas, que afectan a productos esenciales para la inteligencia artificial, tienen como objetivo limitar el desarrollo de tecnologías avanzadas en el país asiático, consideradas una amenaza potencial para la seguridad nacional.
Sin embargo, las restricciones incluyen excepciones para aliados como Japón y Países Bajos, permitiéndoles seguir operando bajo ciertas condiciones.
Además, según un funcionario de Estado, existen excepciones a la norma que permiten a las empresas occidentales empaquetar chips HBM2 en China.
Según el mismo, estas excepciones se limitan a las actividades de embalaje que presentan un bajo riesgo de desvío de tecnología a empresas chinas.
Entidades sancionadas
La lista negra se amplió con 140 entidades chinas, entre ellas proveedores de Huawei como SiCarrier y Shenzhen Pensun Technology Co. Esto refleja una estrategia coordinada para limitar el acceso de China a tecnología crítica.
Respuesta de China
El gobierno chino criticó estas medidas, calificándolas de coerción económica que pone en peligro la estabilidad de las cadenas de suministro globales.
Por su parte, las empresas de semiconductores han acogido con alivio que las restricciones no sean más severas.
Perspectivas a futuro
La administración Biden se mantiene firme en su postura de colaboración con aliados, pero se espera que el próximo año puedan surgir nuevas restricciones, alimentando la tensión en la guerra tecnológica entre ambas potencias.