Daniel Francis, ex empleado de Elon Musk, recauda U$S 5 millones para Abel, su startup que busca agilizar el trabajo policial con inteligencia artificial.
En el vertiginoso mundo de la tecnología, pocas historias son tan fascinantes como la de Daniel Francis, un ingeniero de software que pasó de trabajar para Elon Musk en Twitter a fundar Abel, una innovadora startup que utiliza inteligencia artificial para revolucionar la forma en que la policía redacta sus informes.
Francis, conocido por su ingeniosa estrategia para ser contratado por Twitter durante los masivos despidos de 2023, ha dado un giro inesperado a su carrera. Su nueva empresa, Abel, acaba de anunciar una ronda de financiación semilla de U$S 5 millones, liderada por Day One Ventures y con la participación de Long Journey Ventures y Y Combinator.
La idea de Abel surgió de una experiencia personal de Francis. En 2022, ayudó a una amiga cercana a escapar de un matrimonio abusivo, lo que le llevó a interactuar con la policía y descubrir la enorme cantidad de tiempo que los agentes dedican a la redacción de informes.
«Descubrí que los policías pasan alrededor de un tercio de su tiempo escribiendo informes u otra documentación. Este número cambió mi vida», explica Francis.
Para comprender mejor el trabajo policial, Francis ha realizado más de 20 viajes junto a agentes, incluyendo una persecución a alta velocidad en Oakland, California. Estas experiencias le han permitido identificar los desafíos específicos en la redacción de informes policiales y diseñar soluciones de IA adaptadas a estas necesidades.
Abel utiliza imágenes de cámaras corporales y datos de llamadas de despacho para generar borradores de informes policiales, reduciendo significativamente el tiempo que los agentes dedican a esta tarea.
La tecnología ya está siendo utilizada por el departamento de policía de Richmond, California, donde los agentes han modificado sus horarios de trabajo para aprovechar al máximo la herramienta.
«Es mucho mejor para todos si los policías no están sobrecargados de trabajo, si no se están agotando», afirma Francis. «Si realmente pueden presentarse y hacer el trabajo para el que se inscribieron».
La startup enfrenta competencia de empresas establecidas como Axon, fabricante de tásers y cámaras corporales, así como de otras startups emergentes en el campo de la IA aplicada a la labor policial.
Con la nueva financiación, Francis planea contratar más ingenieros y continuar mejorando la tecnología de Abel. Su visión es clara: utilizar la IA para liberar a los policías de tareas administrativas tediosas, permitiéndoles dedicar más tiempo a su labor principal de protección y servicio a la comunidad.
La trayectoria de Francis, desde sus días en Twitter hasta sus experiencias en persecuciones policiales, ilustra cómo la innovación tecnológica puede surgir de las experiencias más inesperadas. Su historia es un testimonio del poder de la observación, la empatía y la aplicación creativa de la tecnología para resolver problemas reales en nuestra sociedad.