La startup de inteligencia artificial Groq Inc. se alía con Aramco para construir el mayor centro de inferencia de IA del mundo en Arabia Saudita, con una inversión de nueve cifras y planes de expansión que buscan transformar la región en un epicentro tecnológico.
En un movimiento estratégico que promete redefinir el paisaje tecnológico de Medio Oriente, la startup californiana de inteligencia artificial Groq Inc. ha anunciado una asociación con el gigante petrolero Aramco.
Juntos, planean levantar un colosal centro de datos en Arabia Saudita, que se perfila como el mayor centro de inferencia de IA del mundo.
Este centro, inicialmente, albergará 19.000 unidades de procesamiento de lenguaje, con la posibilidad de expandirse a 200.000 unidades.
Jonathan Ross, CEO de Groq, reveló en una entrevista desde Riad que Aramco financiará este ambicioso proyecto, con una inversión estimada en «el orden de nueve cifras».
Se espera que el centro de datos esté operativo para finales de este año, marcando un hito en la infraestructura tecnológica de la región.
Aramco Digital, una nueva división del mayor productor de petróleo del mundo, colabora con Groq en este proyecto, con el objetivo de integrar la inteligencia artificial en su negocio energético principal y facilitar su uso por parte de otras empresas.
«Aramco planea realizar grandes despliegues de capital para este propósito, como una forma de diversificar la economía más allá del petróleo», comentó Ross.
Arabia Saudita, en su búsqueda por diversificar su economía y modernizar su infraestructura, ha puesto su mira en convertirse en un núcleo para industrias tecnológicas como la inteligencia artificial.
A pesar de las restricciones impuestas por el gobierno de EE.UU. sobre la exportación de chips de IA avanzados, Groq no prevé enfrentar impedimentos en sus planes de expansión en el país, que incluyen establecer una sede regional en Riad.
Ross destacó la transparencia de Groq con el Departamento de Comercio de EE.UU. sobre sus intenciones en Arabia Saudita y subrayó su decisión de no vender a empresas chinas, incluso antes de las restricciones actuales.
«Hemos sido muy abiertos con Comercio sobre nuestra intención de desplegarnos aquí», afirmó.
La alianza con Aramco no se detendrá en este proyecto inicial, ya que Groq contempla futuras colaboraciones con el productor de petróleo saudí.
«La expectativa es que vamos a asociarnos con Aramco Digital para gran parte de nuestro despliegue en esta región y en cualquier lugar donde podamos», indicó Ross. «Han sido un gran socio, por lo que trabajaríamos con ellos en cualquier lugar donde pudiéramos».
Con la ventaja del bajo costo energético, la disponibilidad de terreno y el acceso a 4 mil millones de personas dentro de un ping de 100 milisegundos, Arabia Saudita se posiciona como un atractivo centro de operaciones para empresas de tecnología que miran hacia el futuro.