Un juez federal ha dictaminado que Google actuó ilegalmente para mantener su monopolio en la búsqueda en línea, lo que marca un punto de inflexión en la lucha contra el poder de las empresas tecnológicas gigantes.
Un juez federal ha sentenciado a Google por mantener un monopolio en la búsqueda en línea, lo que supone un golpe significativo para la empresa tecnológica y un cambio en la forma en que se hace negocio en la era digital.
Una sorprendente derrota judicial que tiene el potencial de cambiar la forma en que millones de usuarios de Internet de todo el mundo obtienen información online, un fallo que podría poner fin a más de dos décadas de un dominio tan grande que a pocos podía molestar.
La sentencia, emitida este lunes, es el primer veredicto antimonopolio contra una empresa tecnológica gigante en la era moderna de Internet.
El juez Amit P. Mehta, de la Corte del Distrito de Columbia, concluyó que Google abusó de su monopolio en la búsqueda online, lo que le permitió influir en la forma en que los consumidores acceden a la información y realizan compras en línea.
La empresa tecnológica pagó miles de millones de dólares anuales a otras empresas, como Apple y Samsung, para que Google sea el motor de búsqueda predeterminado en sus dispositivos y navegadores web.
Estos contratos han significado durante mucho tiempo que cuando los usuarios quieren encontrar información, Google es generalmente la plataforma más fácil y rápida a la que recurrir, lo que a su vez ha impulsado el enorme negocio de publicidad en línea de Google.
«Google es un monopolista, y ha actuado como uno para mantener su monopolio», dijo el juez Mehta en su sentencia. La decisión es un golpe significativo para Google, que se ha convertido en sinónimo de búsqueda en línea y ha generado miles de millones de dólares en ganancias anuales.
Mientras algunos se frotan las manos por los negocios que podría implicar este veredicto, otros piensan que la sentencia no incluye ninguna solución para el comportamiento de Google con lo cual el mercado ahora queda a la espera hasta que el juez Mehta decida cómo la empresa debe cambiar su forma de operar o vender parte de su negocio.
Mientras tanto, la empresa tecnológica ya enfrenta otro caso antimonopolio federal sobre tecnología de anuncios que se llevará a cabo el próximo mes.
La decisión es un punto de inflexión en la lucha contra el poder de las empresas tecnológicas gigantes, que han utilizado su influencia en la era digital para influir en la forma en que los consumidores acceden a la información y realizan compras en línea.
Más allá de las consecuencias para Google, esta misma sentencia, posiblemente ejemplificadora, ahora podría influir en otros casos antimonopolio contra empresas tecnológicas gigantes como Apple, Amazon y Meta, propietaria de Facebook, Instagram y WhatsApp.
Posibles sanciones
Se espera que la decisión de Mehta desencadene un proceso independiente para determinar las sanciones que deberá afrontar Google. Junto con la próxima apelación de Google, todo el proceso puede tardar meses o incluso años en concretarse. Pero el fallo podría, en última instancia, cambiar la forma en que Google pone su motor de búsqueda a disposición de los usuarios, al afectar su capacidad para hacer los costosos acuerdos con los fabricantes de dispositivos y los proveedores de servicios en línea que fueron el centro del caso.
También podrían estar sobre la mesa otros recursos. Por ejemplo, el tribunal podría obligar a Google a implementar una “pantalla de selección” que permita a los usuarios conocer otros motores de búsqueda disponibles, dijo a CNN Rebecca Allensworth, profesora de Derecho de la Universidad de Vanderbilt.
Es probable que la empresa también deba afrontar una multa monetaria, aunque las multas “no son la principal forma en que el sistema antimonopolio estadounidense hace cumplir la ley”, porque tienden a ser “una gota en el océano para una empresa enorme y muy rentable como Google”, dijo.
Cuando se presentó la demanda por primera vez, los funcionarios antimonopolio de Estados Unidos tampoco descartaron la posibilidad de una división de Google, advirtiendo que el comportamiento de Google podría amenazar la innovación futura o el surgimiento de un sucesor de Google.
La inteligencia artificial en juego
La opinión de Mehta, de 277 páginas, surge tras un largo juicio que duró varias semanas el año pasado, en el que testificaron en persona ejecutivos de alto rango de Google, así como rivales y socios como Apple, Microsoft y otros. Gran parte del complejo proceso se llevó a cabo a puertas cerradas, lo que refleja la información comercial sensible involucrada en los acuerdos que impulsaron el dominio de Google en las búsquedas.
Durante el juicio, algunos críticos advirtieron que el monopolio de búsqueda de Google, que se alimenta de un suministro interminable de consultas de usuarios, le permitiría saltar a una posición dominante en inteligencia artificial.
La enorme cantidad de datos de búsqueda que se proporciona a Google a través de sus acuerdos predeterminados puede ayudar a Google a entrenar sus modelos de inteligencia artificial para que sean mejores que los de cualquier otro, lo que amenaza con darle a Google una ventaja inexpugnable en IA que afianzaría aún más su poder, dijo el CEO de Microsoft, Nadella, desde el estrado de testigos.
El testimonio de Nadella destacó cómo el caso del gobierno puede tener efectos de largo alcance que van más allá de la búsqueda tradicional y pueden dar forma al futuro de un mundo tecnológico que los líderes han descrito como potencialmente transformador.
Si el tribunal anula los acuerdos de Google que lo convierten en el motor de búsqueda predeterminado en tantos dispositivos, podría dañar el producto principal de la compañía en un momento extremadamente crucial, dijo la analista senior de Emarketer, Evelyn Mitchell-Wolf, en una declaración enviada por correo electrónico.
“Su ubicuidad es su mayor fortaleza, especialmente a medida que aumenta la competencia entre las alternativas de búsqueda impulsadas por IA”, dijo Mitchell-Wolf, refiriéndose a la creciente amenaza al dominio de búsqueda de Google que plantean las herramientas de búsqueda de inteligencia artificial como ChatGPT de OpenAI.