Mientras los grandes bancos invierten masivamente en inteligencia artificial, crecen las voces escépticas sobre su real impacto económico y su viabilidad a largo plazo. ¿Estamos ante una revolución tecnológica o una burbuja a punto de estallar?
La inteligencia artificial (IA) ha sido promocionada como la próxima gran revolución tecnológica, con promesas de transformar industrias y generar enormes beneficios económicos. Sin embargo, recientemente, varias entidades financieras importantes, incluyendo Goldman Sachs, han empezado a cuestionar estas expectativas.
Es claro, como ya pasó a fines de los 90 con las «punto.com», un período de locura debido al crecimiento en los valores económicos de empresas vinculadas a Internet. En Wall Street y las principales bolsas de valores occidentales vieron un aumento de su valor debido al avance de lo que resultó ser «la nueva economía».
Nadie de mediana edad se olvida, muchos de ellos hoy ejecutivos en Wall Street, muchos sobrevivientes, ninguno dejará de recordar que con el tiempo, muchas de esas empresas -ocupaban miles de metros cuadrados de las mejores oficinas de New York, Madrid, Buenos Aires, Londres o Berlín- quebraron o dejaron de operar y, tal vez, lo más curioso, de algunas de esas gigantes, hasta nos olvidamos de su grandiosa y efímera existencia.
Claro, para poder recordar el tamaño de esa burbuja, de ese furor, de esa locura por trabajar en una de ellas, al menos haber nacido entre 1980 y 1985, sino es imposible recordarlo o al menos saber que alguna vez sucedió.
Goldman Sachs: Del Entusiasmo al Escepticismo
Volviendo a la tercer década de este nuevo siglo, Goldman Sachs, reconocido por su fervor inicial hacia la IA, ha cambiado significativamente su postura hacia la nueva e incipiente industria relacionada a la inteligencia artificial.
En un reciente informe, la firma expresó dudas sobre los beneficios económicos tangibles de la IA. Jim Covello, jefe de investigación global de equidad en Goldman Sachs, destacó: «La tecnología de IA es excepcionalmente costosa y debe resolver problemas complejos para justificar sus costos».
Covello también cuestionó la creencia de que los costos de la IA disminuirán significativamente con el tiempo, calificando esta idea como «historia revisionista».
Desafíos Financieros y Productividad
Uno de los puntos clave del escepticismo de Goldman Sachs es el costo astronómico asociado con la infraestructura de IA.
Se estima que las compañías de servicios públicos necesitarán aumentar sus inversiones en un 40% durante los próximos tres años para satisfacer la demanda de energía de los sistemas de IA.
Además, Covello señaló que los costos de infraestructura podrían alcanzar un billón de dólares en los próximos años, preguntándose: «¿Qué problema de un billón de dólares resolverá la IA?».
Perspectiva de Otros Grandes Bancos
No solo Goldman Sachs ha mostrado reservas. Jamie Dimon, CEO de JPMorgan Chase, reconoció que, aunque la IA tiene el potencial de ser «transformacional», los cambios verdaderamente significativos no ocurrirán rápidamente.
«Las transformaciones verdaderas no sucederán en los próximos diez años», afirmó el economista del MIT, Daron Acemoglu, entrevistado para el informe de Goldman Sachs.
Acemoglu también resaltó que los modelos de lenguaje grande como ChatGPT no son equivalentes a una inteligencia artificial general y probablemente no alcanzarán el nivel de razonamiento necesario para tareas complejas más allá de la generación de texto.
La Visión a Largo Plazo
David Solomon, CEO de Goldman Sachs, ve a la IA como una parte central del enfoque del banco en los próximos cinco a diez años, especialmente en el desarrollo y escalado de infraestructuras de IA para los clientes.
Solomon enfatizó la necesidad de un enfoque cuidadoso y una gestión de riesgos adecuada mientras se exploran y aplican las tecnologías de IA. «Estamos viendo un apetito enorme de los clientes para asesorar y apoyar estrategias de IA», afirmó Solomon durante una llamada con analistas.
Impacto en el Mercado y Recomendaciones para Inversores
El escepticismo creciente en Wall Street ha llevado a una reevaluación de las inversiones en IA. Covello recomienda una estrategia de inversión equilibrada, sugiriendo mantener algunas inversiones en IA mientras se evalúan cuidadosamente sus beneficios a largo plazo.
«Es crucial mantener una exposición prudente a las inversiones relacionadas con la IA, mientras se permanece atento a las posibles burbujas», aconsejó.
En conclusión, aunque la inteligencia artificial promete innovación y eficiencia, las preocupaciones sobre sus costos y beneficios reales han generado una discusión importante en Wall Street.
Los inversores deben considerar estas perspectivas cuidadosamente al evaluar sus estrategias de inversión en tecnología de IA.
Gracias