Mientras desde el Departamento de Estado de EE.UU. pide a través de los medios de comunicación que Rusia y China no dejen armamento nuclear en manos de la IA, la nave no tripulada Sea Hunter -sin armamento nuclear, por ahora- refleja el futuro de la guerra en mar abierto.
¿Tiene 132 pies de largo, es capaz de alcanzar 27 nudos, pesa 135 toneladas y tiene un alcance de 10.000 millas náuticas? Si alguno cree que se trata de un buque de guerra de tamaño mediano, estará en lo cierto.
Sin embargo, este buque de guerra en particular, un buque de guerra trimarán denominado “Sea Hunter”, difiere en un detalle crucial: no necesita tripulación. En cambio, lo navega una inteligencia artificial (IA) especialmente diseñada, que obtiene sus datos de sensores, radares y cámaras instaladas en la embarcación.
Es posible que hayas oído hablar de la IA en automóviles, teléfonos inteligentes e incluso en instalaciones militares, pero ésta es diferente. Afronta desafíos difíciles, como las condiciones del viento, la profundidad del agua y las corrientes marinas.
Estos cambian constantemente y pueden afectar al barco de forma impredecible. Una vez que se ocupa del medio ambiente, la IA también tiene que mantener el rumbo del barco, evitar colisiones con otros barcos y, finalmente, realizar operaciones militares. Han pasado siete años en desarrollo y ahora finalmente se ha visto su uso en la vida real en Sea Hunter.
Único en su clase
La empresa que diseñó el buque, Leidos , con sede en Reston, Virginia , dice que su trimarán es el primer barco de este tipo. Es capaz de realizar navegación autónoma mientras pasa semanas en el mar, realizando tareas como rastrear submarinos enemigos, retirar minas, detectar torpedos y actuar como relevo de comunicaciones antes de tener que regresar a puerto, todo a una fracción del costo de un barco tripulado. .
Operar Sea Hunter cuesta 20.000 dólares al día, lo que es 35 veces menos que los costos de funcionamiento diarios de un destructor de clase Arleigh Burke (700.000 dólares). Además, su producción es significativamente más barata: 20 millones de dólares por un trimarán autónomo frente a 1.600 millones de dólares por un destructor.
Sin embargo, Sea Hunter no reemplaza a otras embarcaciones tripuladas. El ejército lo ve como un buque polivalente, capaz de brindar apoyo durante las operaciones en tiempos de guerra.
Actualmente, Sea Hunter está desarmado, pero hay planes para que eso cambie. La Oficina de Investigación Naval (ONR) todavía está probando el buque y continuará haciéndolo a lo largo de 2019. Si esas pruebas tienen éxito, se instalarán armas, como misiles, en el barco.
Sin embargo, otra vez, valga la aclaración, buques como el Sea Hunter serían controlados de forma remota por un operador humano, lo que garantizaría que haya un tomador de decisiones humano detrás de cada uso de fuerza letal.
tecnología clasificada
Este barco no tripulado es realmente formidable. y la marina estadounidense también lo tiene claro. Por eso, en abril de 2018, después de ocho años de desarrollo, el Sea Hunter se unió a la Marina de los EE.UU. Gran parte del barco está clasificado, desde detalles sobre la tecnología hasta aplicaciones exactas en la guerra naval.
Sin embargo, una cosa es segura, aunque el barco en sí es una especie de «noticia vieja», su IA es todo lo contrario.
Se sigue actualizando y ajustando hasta el día de hoy, y en enero de este año, marcó otro hito: Sea Hunter se convirtió en el primer barco en navegar de forma autónoma desde San Diego a Pearl Harbor, Hawaii, y regresar sin un solo miembro de la tripulación a bordo.
Para mostrar cuán contenta está la Armada con lo que Leidos está haciendo, otorgó a la compañía un contrato potencial de tres años y 43,5 millones de dólares para desarrollar una segunda versión del buque, un barco gemelo acertadamente llamado Sea Hunter II.
En su comunicado de prensa, Leidos dijo: «El barco hermano evolucionará en función de las lecciones aprendidas durante la construcción del primer Sea Hunter, la evolución de los requisitos de la misión y el mayor desarrollo de mejoras de autonomía».